Después de unas merecidas vacaciones, retomar la rutina diaria puede ser complicado sobre todo cuando se trata de poner en orden la casa.
La limpieza post-vacaciones es esencial para recuperar el orden en tu hogar y asegurarte de que esté en las mejores condiciones para la vuelta a la rutina.
¡Te contamos cómo organizarla!
Antes de comenzar con la limpieza lo primero es planificar cómo y qué vamos a hacer. Haz una lista de las áreas que necesitan atención, priorizando las zonas que más has dejado atrás durante tu ausencia.
Durante las vacaciones, es posible que hayas acumulado nuevos objetos, ropa…
Antes de empezar a limpiar revisa y deshazte de lo que ya no necesitas. Esto no solo hará más fácil la limpieza, sino que también te ayudará a mantener todo mas organizado.
Comienza por una limpieza general. Aspira y pasa un trapo húmedo en todas las superficies. Presta especial atención a las áreas que tienden a acumular polvo y suciedad como los rincones y debajo de los muebles.
Al regresar de las vacaciones, es probable que hayas acumulado una gran cantidad de ropa para lavar u organizar. Saca la ropa de las maletas si aún no lo has hecho, clasifícala y lava según las instrucciones de las etiquetas.
También, aprovecha para planchar y ordenar la ropa en el armario para mantenerlo organizado.
No olvides realizar lo mismo con la ropa de cama. Lava las sábanas y fundas, plánchalas si es necesario y vuelve a colocar todo en su lugar.
Además, si tienes alfombras, asegúrate de aspirarlas a fondo y considerar una limpieza profesional si es necesario. Las alfombras pueden acumular polvo y suciedad durante tu ausencia, por lo que un buen mantenimiento es fundamental para mantenerlas limpias y libres de ácaros.
La cocina y los baños suelen ser las áreas que más se ensucian. En la cocina, limpia a fondo el frigorífico, y los muebles. En los baños, asegúrate de limpiar bien el lavabo, váter y ducha o bañera.
Utiliza productos específicos para cada superficie para conseguir mejores resultados.
-Frigorífico. Vacía completamente el frigorífico y tira los alimentos que hayan caducado.
Desmonta y lava todas las bandejas y cajones con agua caliente y jabón. No olvides limpiar las juntas de la puerta y las paredes del interior con un desinfectante apto para alimentos. Para evitar malos olores puedes colocar un pequeño recipiente con bicarbonato de sodio dentro del frigorífico.
-Muebles. Vacía los muebles y límpialos por dentro y por fuera con un paño húmedo y un limpiador multiusos. Presta atención a las puertas, especialmente a los tiradores que es donde se acumula más grasa y suciedad.
-Lavabos. Usa un limpiador antical para eliminar las manchas de agua y jabón del lavabo y el grifo. Asegúrate de limpiar bien alrededor del desagüe y el grifo ya que es donde suele acumularse suciedad. Un buen consejo es utilizar un cepillo de dientes que ya esté viejo para llegar a las zonas más difíciles.
-Ducha o bañera: Utiliza un limpiador antical para eliminar las manchas de agua y jabón de las paredes de la ducha, la bañera y los azulejos. Si hay moho, aplica un limpiador de moho y deja actuar antes de frotar y enjuagar. Recuerda limpiar también la mampara o cortinas de la ducha.
Verifica el funcionamiento de tus electrodomésticos y sistemas como la calefacción o el aire acondicionado. Asegúrate de que todo esté en buen estado para evitar sorpresas desagradables.
Finalmente, dedica tiempo a organizar y limpiar regularmente todos los espacios de tu hogar, no solo los armarios y cajones, sino también quita polvo, friega suelos y cualquier área que pueda acumular suciedad. Asegúrate de que todo esté en su lugar y libre de desorden, pero también limpio y bien cuidado.
Mantener cada rincón de la casa no solo organizado, sino también limpio, facilitará encontrar lo que necesitas y creará un ambiente más saludable, evitando la acumulación de polvo y suciedad, y haciendo que tu hogar sea un espacio más agradable y cómodo para vivir.
